Ferreria de arriba

Patrimonio arquitectónico

– Ferrería de arriba

Ferrería de arriba

Según cuentas los vecinos de Etxalar, entre los diferentes productos que se realizaban en la ferrería de arriba, en tiempos de guerra se llegaron a hacer balas y estas eran realizadas por las mujeres.

La ferrería de arriba está situada junto al río Altxata o también conocido como “río del infierno”. Para llegar hasta aquí, hay que coger el camino que está a unos 200 metros antes de llegar al caserío Baztán (Barrio Orizki), el cual cruza un prado y va en sentido descendente hacia a la ferrería. Según se baja hacia la ferrería, queda de manifiesto su importancia en su época, ya que en tramos el prado y el monte están sujetos por una pared de piedra.

En la ferrería de arriba se distinguen diferentes lugares. Por un lado está el edificio principal, un pequeño almacén en su entrada, un horno y un canal que abastecía de agua y ponía en marcha la ferrería. De los restos del edificio principal, se aprecia que estaba distribuido en una habitación grande y dos pequeñas. Todo el edificio junto con el almacén de la entrada está construido con piedra caliza, al igual que el horno que se utilizaba para cocer el mineral de hierro. La pared que sujeta el canal también está hecha de este mismo material.

 El comienzo del canal de la ferrería está en el lugar donde se encuentran el rio Altxata ( o rio del infierno) y el rio Bagoeko erreka. Entre la ferrería y el canal hay un puente que comunica con los caseríos del valle de Baztan.

Explotaciones de metal y mineral

En el año 1833 Tomas Iribarren mandó una solicitud al ayuntamiento del pueblo. En este escrito pedía permiso para explotar una mina que había encontrado en el paraje Uzkaloz de Altxata. El ayuntamiento le concedió el permiso para construir la fábrica para la explotación, es decir para construir el horno y el canal, pero con la condición de que no se aprovecharan de la situación y construyeran un molino. Cuando se construyera la fábrica debía compensar a los dueños del paraje por todos los árboles talados y los daños causados.

Cuando se termino la obra se personaron en la misma 3 peritos, el alcalde y el escribano del pueblo para dar la aprobación de la obra. También tuvieron que hacer unos pagos al reino de Navarra, en total unos 250 reales.

En esta explotación también estaban interesados gente del pueblo, gente de Bera y de Lesaka. Seguramente el material que sacaban de estas explotaciones la empleaban en la ferrería de arriba y en la de abajo (Echarlassa).