Echarlassa

Patrimonio arquitectónico

– Ferrería Echarlassa

Ferrería Echarlassa

Con este nombre es conocida la ferrería que se encuentra a cuatro kilómetros del pueblo. Junto a esta hay una central eléctrica. El que está junto a la ferrería y va hacia la central, era el antiguo camino a Etxalar.

La ferrería está situada junto al río Tximista. Por encima de esta pasa la carretera actual que lleva a Etxalar.

La ferrería se dividía en dos edificios diferenciados, la Ferrería mayor y la Ferrería menor. Las paredes y el piso de estos son de piedra roja, seguramente traída del monte centinela de Etxalar al igual que se hacía para la construcción de las casa del pueblo. Las partes inferiores de estos restos de edificios están cubiertas de arena y tierra debido a las crecidas del río. Según antiguos documentos, en los mismos se alojaban los trabajadores de la ferrería.

Junto a los restos de los edificios, hay dos hornos. En estos se calcinaba el mineral de hierro, para luego posteriormente trabajarla en la ferrería mayor.

A parte de la diferencia de tamaño que existía entre los edificios, también lo había respecto al trabajo que se realizaba en cada uno ellos. En la ferrería mayor al mineral de hierro se le extraía el hierro y posteriormente golpeándolo, se desbastaba consiguiendo una especie de tochos (1 * 8 cm). Luego estos tochos eran llevados a la ferrería menor para afinarlos y sacar el producto final. Otra diferencia importante entre ambas era los alimentadores de aire que utilizaban. En la mayor para derretir el mineral necesitaba un alto caudal de aire, por lo que utilizaban un alimentador grande o dos normales, en cambio en la menor el método que utilizaban era el de trompas o roncaderas.

En el lateral de uno de los edificios se puede leer una fecha que data del año 1780. En esa fecha se llevaron a cabo las obras de remodelación o de ampliación de la ferrería.

A unos 200 metros río arriba se encontraba la presa de la ferrería. La función de esta presa era la de mandar agua a la ferrería. Esta construcción, de unos 25 m de ancho, estaba construida con piedra roja. Tras las riadas de 2007 desapareció, quedando solamente unos restos.

El canal que nace a la derecha de la presa, adopta diferentes dimensiones en el recorrido hasta la ferrería. En el primer tramo la anchura es de tres metros, en el tramo central la anchura llegaba hasta los 4 metros, y en el tramo final, en el lugar donde se encontraba el depósito, sus dimensiones son de 5m de ancho y 15 de largo. En la mitad del trayecto del canal se encuentra una compuerta de desagüe. El depósito estaba formado, por un lado el monte y al otro lado por un muro de 1,5m. Este muro está construido en piedra roja y cuenta con plomo para tapar los escapes.

Plano del edificio

Abastecimiento

Mineral de hierro

El material que se trabajaba en la ferrería provenía principalmente de Vizcaya, de las minas conocidas como Sorromostro. También se abastecían de los pueblos de alrededor, concretamente de las minas de Becerro y Sarraya (Bera). En Etxalar también se explotaban algunas minas. Todavía se encuentra visible la mina que está en el paraje conocido como “Azeri lepo” (collado del zorro).

El material que provenía de Vizcaya llegaba en barco a Hondarribi, desde aquí era transportado en gabarras a través del río Bidasoa hasta el embarcadero de Montoya (Bera). Una vez aquí los “mandazaiak” o muleros eran los encargados de llevar la carga con sus carros hasta la ferrería. En esa época el Bidasoa era navegable hasta que se construyó la presa Endarlaza

En esta ferrería la producción anual era de 69.000kgs, lo que suponía una producción diaria de 350kgs de hierro. Para producir tales cantidades de hierro se trabajaban 207.000kgs de mineral.

Carbón: Para el modo de vida que se llevaba por aquel entonces, los bosques suponían una riqueza importante para el pueblo. Para conseguir las cargas de leña para hacer el carbón que servía de combustible para fundir el mineral, se utilizaban tanto terrenos privados como públicos.

Las “mendi kargak” o cargas de leña las repartía el ayuntamiento. En esa época el consumo de leña era muy grande, por lo que se tenía mucho cuidado en no estropear el monte, imponiendo multas a los que explotaban el monte de mala manera. Las cargas provenían de diferentes parajes tales como Ezkurriaga, Ossobiaga, Zimeldiko erreka, Barda….

En algunos de estos sitios todavía quedan restos de las “ikazti plazak”, plazas de carbón, lugar donde se hacía el carbón. Los particulares que vendían su leña para hacer carbón, tenían la obligación de entregársela al arrendatario de la ferrería transformada a carbón. El transporte del carbón corría a cargo de los muleros, los cuales lo transportaban en los sacos que asignaba el ayuntamiento. Para abastecer la producción diaria de hierro, los carboneros debían hacer 3 toneladas de carbón y los muleros transportarlo a la ferrería.

El transporte del carbón corría a cargo de los muleros, los cuales lo transportaban en los sacos que asignaba el ayuntamiento. Para abastecer la producción diaria de hierro, los carboneros debían hacer 3 toneladas de carbón y los muleros transportarlo a la ferrería.

Productos: El producto final que más salía de esta ferrería eran las barras de hierro y eran exportadas a diferentes lugares tales como Pamplona, Zaragoza, Portugalete, pueblos de Iparralde,… Aparte de esto, también se fabricaban herramientas como azadas, palas, martillos, etc. para los habitantes del pueblo.

Herramientas: Los trabajadores de la ferrería para llevar a cabo sus quehaceres utilizaban muchas herramientas; 19 cercillas, 2 puxones, 12 chimelas, gabia, boga, 2 mazos, 3 pares de corrica y otras muchas más

Arrendamiento:

Los primeros datos del arrendamiento son del año 1680. La ferrería se ofrecía para cuatro años quedando al cargo del ayuntamiento las herramientas del mismo, el resto de las cosas dependían del arrendatario. La oferta de arrendamiento también se hacía en los pueblos de alrededor. La duración de la subasta era el tiempo que duraba en quemarse una vela.

Una vez arrendada, corría a cargo del arrendatario la contratación de los trabajadores. En el contrato de arrendación existían diferentes cláusulas a cerca del carbón, cargas y demás cosas, que debía obligatoriamente cumplirlas. También estaban dentro del contrato unas cargas de leña.

Una vez finalizada la arrendación, se realizaba una tasación de todos los elementos de la ferrería, abonándole dinero por todas las mejoras realizadas en la ferrería y por el contrario cobrándole si existieran desperfectos al arrendatario.

A partir del año 1817 el ayuntamiento se hizo cargo de las cuentas. Este cambio se dio por la decadencia y malos momentos por los que estaba atravesando la ferrería.

En el año 1868 la ferrería fue alquilada para fundir cobre. Un comandante realizo también una solicitud para hacer pólvora. En los últimos días de la ferrería nadie la arrendaba por lo que el ayuntamiento tuvo que pedir un crédito para que la ferrería no dejara de trabajar.